Durante las tormentas, las líneas telefónicas, particularmente cuando son largas y aéreas,
son el epicentro de tensiones muy importantes cuando un relámpago se produce en la proximidad.
Estas tensiones, que no tenían prácticamente peligro para los antiguos teléfonos electromecánicos
que se limitaban a hacer sonar el timbre durante las descargas mas fuertes, tienen hoy un efecto
devastador sobre los teléfonos electrónicos, los faxes y los modems de los microordenadores.
Sin querer entrar en los detalles técnicos de la influencia de tormentas sobre las líneas telefónicas,
podemos decir que hay dos tipos de perturbaciones de modo común, que se traducen en tensiones excesivas
presentes entre los dos hilos de la línea y la tierra, y las perturbaciones diferenciales, que se traducen
en una diferencia de tensión excesiva entre los dos hilos de la líneas. Este segundo fenómeno es de amplitud
mucho menos importante que el otro en caso de tormenta. Hay que saber también que las tensiones producidas
en la línea son de muy corta duración (unos centenares de ns a unos ms) pero pueden ser de muy elevada amplitud,
con crestas de varios miles de voltios y capacidades en corriente de varios amperios a varias decenas de
amperios. Para eliminarlas, nuestro montaje recurre a un doble chispómetro a gas conectado entre dos
hilos de línea E1 y E2 y la tierra T. Este componente es perfectamente pasivo en reposo pero, en presencia
de una tensión excesiva (230V en el presente caso), el gas que contiene se ioniza y se vuelve conductor,
enviando entonces a la tierra la tensión presente sobre E1, sobre E2 o sobre E1 y E2.
Disminuye por lo tanto, en muy elevadas proporciones las perturbaciones mas violentas. El eventual residuo
que puede subsistir se encarga de ser cortocircuitado por el varistor. O VDR que sigue. Así, también se
trata de un componente que presenta una muy fuerte resistencia, mientras que su tensión de disparo no
es alcanzada. Resistencia que se desmorona por encima de este umbral.
Respecto a la corriente susceptible de ser absorbida por una VDR, siendo relativamente limitada, las dos
resistencias R1 y R2 se encargan de impedirle alcanzar unos valores mas peligrosos.
Cuando este montaje este listo y conectado a una buena tierra, estamos por lo tanto seguros de no encontrar
en salida, es decir del lado S1-S2, tensión superior a 250V, lo que todo equipo telefónico homologado soporte
sin deterioro.
ECL: Hispómetro a gas T21-A 230 X de Siemens.
VDR: Varistor 250V, V250LA10 o equivalente.
R1, R2: 10 bobinadas 3W