Muchos sensores de nivel que utilizan terminales metálicos funcionan con alimentación DC, por lo cual,
con el paso del tiempo, dichos terminales se corroen gracias a los efectos de la electrólisis causada por
el liquido y la corriente DC entre las puntas de prueba.
Para evitar tal efecto, podemos utilizar un oscilador con el cual se detecta la presencia o no del liquido.
Con el cambio permanente del sentido de la corriente (por ser corriente AC), no se produce electrólisis y así,
los terminales duran mayor tiempo estando en contacto con dicho liquido.
Las puntas de prueba se alimentan a través de dos condensadores por los cuales circula únicamente la corriente
AC producida por el oscilador construido con la compuerta IC1A.
Cuando un líquido toca ambas puntas del probador se produce un cambio en la corriente, que luego de ser
rectificada por los diodos D1y D2 llega a las entradas de la compuerta IC1B. Esta compuerta amplifica dicha
corriente y controla el transistor Q1 que a su vez energiza el relevo de acuerdo al estado de las puntas
de prueba del sensor.
Con el relevo puede energizar una bomba, una alarma, una lámpara, un motor y en fin, casi cualquier
dispositivo eléctrico que ejecute la tarea de control para la cual se ha diseñado el sensor.