A ver, tiene algo de fundamento. Cuando el cerebro sincroniza con las frecuencias de las fases REM del sueño, se segregan hormonas llamadas endorfinas, que reconfiguran las sinapsis neuronales haciendo de nuevo sensibles a los receptores de dopamina (la adicción a una droga, si no recuerdo mal, era producida porque se produce un circuito abierto en la captación de dopamina, lo que conlleva a la acumulación de esta que inhibe a los receptores de esta hormona en un círculo vicioso, valga la redundancia). Si las neuronas pueden volver a recibir niveles adecuados de dopamina, dejan de ser sordas, la adicción disminuye o desaparece. La idea no es pegar calambrazo, sino provocar impulsos de frecuencias estables que sincronicen con las ondas cerebrales.
Cuando era más joven, allá por mis 20, experimenté con el batido binaural, y tuve experiencias moderadamente positivas. No dejé de fumar, tampoco recuerdo si por aquella época fumaba y cuanto, pero cuando hacía una sesión de 40min luego dormía muy tranquilo y soñaba mucho más que los días habituales. A veces tenía hasta sueños lúcidos mientras sincronizaba el cerebro y me venían imágenes aleatorias a la mente.
Lo que hacía era usar unos cascos cerrados, arrancar lo que entonces era el CoolEdit (el registrado a nombre de
Peter Quistgard), generaba un par de tonos centrados en 440Hz y desfasados en cada canal por un número de hercios que iban desde las ondas alfa, beta, theta, etc. Digamos que desde los 4 a los 14Hz. Así durante unos minutos el canal derecho tenía 436Hz y el izquierdo 444Hz, haciendo que la diferencia de frecuencias fuera de 8Hz. Ese desfase iba cambiando con respecto al patrón de la sesión que me había preparado.
Con los cascos en las orejas, le daba al play, y los primeros minutos escuchaba ambos tonos, batiendo por el desfase como si estuvieran girando en circulo en mis oídos. Cuando llevaba unos 20 minutos desaparecían los silbidos y aparecía un sonido como de helicóptero muy parecido al que ocurre cuando fumas mariguana. A partir de ahí, con los ojos cerrados, comenzaban a venir imágenes abstractas y situaciones absurdas. Cuando terminaba la sesión, a veces sentía la tranquilidad que se te queda tras haber ̶e̶c̶h̶a̶d̶o̶ ̶u̶n̶ ̶p̶o̶l̶v̶o̶ tenido sexo.
Años después, conforme se me ha ido pudriendo el cerebro he intentado alguna vez volver a sincronizar, pero los resultados no eran ya los mismos. Quizá los cascos ya no los hacen como antes...
Hay un programa que va sobre esto, llamado iDoser, que aunque a mí no me gusta, hay gente muy satisfecha. Y hay buenas sesiones en YouTube para probar. Hay que buscar
binaural beat.
es lo que produce éste aparato 
