Cuando yo la hice se empezaba a hablar de quitarla. Hicimos alrededor de dos meses menos, nos dieron 20 días de permiso y al poco de volver nos licenciaron, porque, según dijo algún mando, se había terminado el presupuesto para nuestro reemplazo.
Me identifico totalmente con ese pensamiento. Nunca volví ni volveré a tocar un arma, me dan alergia y doy gracias por el sistema de este país en que las armas están "prohibidas".
Eso sí, a veces desearía tener el martillo de Thor en la mano y reventar unos cuantos. . . . . edificios de marmol y columnas de granito con gentucilla dentro..