Para esquivar la distorsión conviene usar una frecuencia sola. Pero ya nos salimos de las aplicaciones de audio "normales".
La primera aplicación útil que se me ocurre es generar una "rejilla angular" para posicionamiento de un robot.
Para trabajar en el régimen de alta frecuencia, sin irse a los ultrasonidos, habría que poner los micrófonos separados unos 25 cm. Así, el umbral de interferencia destructiva ocurre para:
Long-Onda = 2 d = 50 cm
frec = velocidad / Long-Onda = 330 m/s / 0.5 m = 660 Hz
Un valor más que accesible para generar con un circuito oscilador simple.
Con una frecuencia mayor se obtienen lóbulos con máximos y mínimos de sensibilidad cada "tantos" grados. Es cuestión de hacer las cuentas con detalle.
La gráfica siguiente muestra la sensibilidad para el caso Long-Onda = 0.4 d.
Colocando un "faro" que emita esa frecuencia en algunos puntos de referencia, un sensor a bordo del robotito permitiría ubicarse angularmente sin girar demasiado. Bastaría con contar los lóbulos que atraviesan el "faro". Una medida tan fina o gruesa como lo sea la apertura del lóbulo.
Es la idea simple. Luego se le puede dar todas las variaciones que uno quiera.
Por ejemplo, sumando las señales en lugar de restarlas se obtienen diagramas polares complementarios, con máximos en lugar de mínimos, y viceversa.
También el "faro" lo puede tener a bordo el mismo robot, con lo que se sabe dónde está la fuente, y se puede omitir la detección del pulso de salida.
Variando la frecuencia emitida por este faro se puede "barrer" el entorno para seleccionar la dirección de dónde provienen las reflexiones que se están recibiendo.
Un poco de orden para el lío de rebotes rodean al móvil.
Saludos
Referencia:
Direccionalidad de un par de micrófonos
