Creo que se ha llegado al punto justo del tema.
Frases sueltas y no textuales:
A mí me gusta la reverberación. A mí no me gusta la reverberación.
A mí me gustan los agudos y los graves al "mango". A mí me gusta la respuesta plana.
Cada uno tiene su razón y es válida, una cosa es la teoría, y otra la práctica.
El oído como órgano es físico y responde a la física, sin embargo, la interpretación del oído la hace el cerebro, y eso ya es absolutamente subjetivo.
Si quiero oír tal cual una filarmónica tal como la oiría en una sala de conciertos, no deberían haber ecos ni reverberaciones.
Si quiero oír un conjunto de rock en vivo tal como se oiría en un estadio, no deberían haber ecos ni reverberaciones.
Ahora, si quiero oír un órgano que se ejecutó en una iglesia, y la grabación no contempló los ecos, debería oírla en un lugar que genere ecos.
Todo esto no quita que, a mí me podría gustar oír una orquesta de rock en una iglesia, como oír la filarmónica de Viena en un celular. Creo que calificar a los que oyen y disfrutan de MP3 y descalificar a los que prefieren el vinilo (y viceversa), es como decir "el verde es el color más lindo, sobre este punto no hay discusión".
Es probable que a las 1.15 de la madrugada esté hablando pavadas
