Sin duda.
Y también había equipos que funcionaban muy bien, pero en cuanto al servicio técnico fueron un verdadero incordio.
Llevo al menos 30 años sin hacer servicio técnico oficial, pero han quedado grabados en mi memoria 2 fabricantes, con tecnología muy avanzada pero inaccesibles a la reparación fuera del circuito de service oficial.
La mas retumbante en mi cerebro eran los televisores color Zenith, con cañones en delta y ajuste de convergencia geométrica (interna, en el TRC) y pureza anular magnética.
No solo no tenían los mismos colores según el hemisferio terrestre en que se instalaban, sino que los días de humedad ozonizaban el ambiente, pues su fly-back tenía los bobinados al aire.
Con sus 32KV, emitían el equivalente a una radiografía de torax por semana, a un metro de distancia.
Otra pesadilla fueron los Apple Imac de 1998. Con sus circuitos impresos higrométricos, los condensadores de tántalo con polaridad invertida y el transistor de salida horizontal polarizado al 95% del valor nominal (en cuanto a potencia y Vbe).
Su tasa de irreparabilidad era cercana al 100%.
Y el tercero, pero mas enjundioso fue, en mi opinión, el amplificador Elite de Ranser. No porque fuera complejo el diseño, que no lo era, (más bien fue rudimentario y con unas pretensiones cómicas).
En el aspecto de eficiencia térmica era una desgracia, sobre todo al ver como la cuerina del gabinete se despegaba por el calor.
Y si uno se detenía en el camino que seguía la señal de audio en el pre y la ecualización, se sentía verguenza ajena:
filtro de graves-realce de graves; filtro de agudos- realce de agudos..., el Baxandall mal implementado, etc.
Sus bafles de 7 vías... bueno mi inconsciente no me deja caer en ese abismo.