Ciertamente. Siempre hay un margen de riesgo en cualquier trabajo acometido y, a pesar de la gran experiencia acumulada... de vez en cuando se nos escapan los tiros.
Entre 1965 y 1994 mantuve en funciones un taller de micromecánica, al cual le agregué la electrónica aplicada a equipos fotográficos y ópticos, más reparaciones de grabadores, tocacintas, tocadiscos, equipos de comunicaciones, radio-aficionados, etc.:
No llevo cuenta de cuantos galvanómetros reparé y/o fueron modificados. Lo más notorio de los galvanómetros eran las "agujas"... virutas de hierro o acero adheridas a los imanes... y lograr sacarlas de allí... todo un reto, la verdad.
Entre 1965 y 1994 mantuve en funciones un taller de micromecánica, al cual le agregué la electrónica aplicada a equipos fotográficos y ópticos, más reparaciones de grabadores, tocacintas, tocadiscos, equipos de comunicaciones, radio-aficionados, etc.:
No llevo cuenta de cuantos galvanómetros reparé y/o fueron modificados. Lo más notorio de los galvanómetros eran las "agujas"... virutas de hierro o acero adheridas a los imanes... y lograr sacarlas de allí... todo un reto, la verdad.