Falleció Tabaré, el creador de Diógenes y el Linyera
Hoy
falleció Tabaré Gómez Laborde, el dibujante uruguayo que a los 20 años ya trabajaba con regularidad en varios medios argentinos.
Tabaré, siempre con la boina disimulando su frente, año tras año cada vez más ancha. Buenazo, sureño, humilde como los que realmente son grandes.
Se fue a los
74 años y aunque su muerte terminó siendo anunciada, siempre cachetea.
"Tristísima noticia. Por esas cosas de la mente la semana pasada lo recordé y me preguntaba qué sería de su vida... Usina imparable, el más humilde de todos los grandes. Orgullo de haber sido compañero suyo. QEPD Tabaré", escribió el periodista de cultura
Hugo Paredero, un querido y talentoso compañero de muchos años, en Ediciones de la Urraca, el sello que en 1978 creó
Andrés Cascioli, aire fresco y algo de risas –muchas veces satíricas y desesperadas- durante los tiempos grises y turbios de la dictadura de plomo.
Tabaré, el creador de Diógenes y el Linyera
Tabaré había nacido en 1948, en la ciudad uruguaya de
La Paz, en el departamento de Canelones. Ya en 1969 había logrado “meter” sus trabajos en las publicaciones argentinas y, valiente, se radicó en el país, en
1976.
"Era el boom de las revistas de historietas. Me vine a ver qué pasaba y empecé a publicar en Satiricón", contó el mismo Tabaré. Fue sin duda esta revista porteña, que el 10 de noviembre de 1972 lanzaron los hermanos
Oskar y Carlos Blotta, junto a Andres Cascioli, la que le dio su primer pantalla de calidad. Allí apareció
El cacique Paja Brava, su curiosa tira sobre las desventuras amorosas de un cacique con poco levante entre las chinas.
A continuación,
Ediciones la Urraca (Andrés Cascioli) fue su plataforma de consolidación: las tiras de
Eustaquio y
Don Chipote de la Pampa (una personal parodia de Don Quijote y el Martín Fierro) desfilaron por varios productos de la batalladora y contracultural de la Urraca:
Humor, Super Humor, Sexhumor, Eroticón, Humor registrado.
Desde luego la cuenta de Twitter de la Revista
Humor, el sitio nostálgico de los que sabían qué significaba esa bocanada de aire gráfico fresco en medio del tufo de la dictadura militar argentina, fue de los primeros en rendirle homenaje a Tabaré: "(…) Deja decenas de tiras de
Diógenes y el Linyera,
El cacique Paja Brava,
Eustaquio,
Bicherío, Max Calzone y
Vida Interior y tantos otros para reencontrarlo siempre”.